La historia de nuestro Estudio se inicia con un drama: un grave siniestro de tránsito sufrido por un ser querido en 1982, cuyo periplo de recuperación de más de tres años nos sumergió en el multitudinario, doloroso e ignorado mundo de las víctimas donde reinaba el dolor, la incertidumbre y el temor. De ahí vinieron nuestros primeros clientes empujados por la desesperante necesidad de empezar a reconstruir sus vidas, y lo hicimos juntos.
Lo primero que constatamos fue que no sabíamos prácticamente nada sobre el sensible tema y que lo mismo le pasaba entonces a los jueces porque en ese tiempo un juicio civil por siniestro vial era una verdadera rareza en los estrados nacionales. Así fue que nos decidimos a aprender, pero, al encontrar que en el país no habían libros especializados, nuestros amigos viajeros se vieron abrumados por el peso de los libros que les encargábamos; solo quedaron liberados cuando llego Internet y nos puso en tan relevantes contacto con varias universidades y otras instituciones especializadas públicas y privadas, algunas de la importancia de la Dirección General de Tráfico de España y de la Asociación de Medicina del Tránsito de Brasil.
Sin embargo eso no era suficiente, y por eso empezamos a participar en todo tipo de eventos académicos: jornadas, simposios, seminarios y congresos nacionales y extranjeros, cuya cumbre fue el IX Congreso Mundial de la Prevention Routière Internationale celebrado en Madrid en febrero del 2002, donde el propio Rey de España dio la bienvenida a los 50 expertos mundiales de más alta calificación en materia de seguridad vial. En ámbitos de estos niveles lo imposible es no aprender.
La filosofía desarrollada a través del enriquecimiento teórico y la práctica continua cristalizo en dos reglas fundamentales: 1º) Enfoque científico y pluridisciplinaria de los casos judiciales; 2º) Encuadre jurídico riguroso.
Con el tiempo, la reflexión apoyada en tal bagaje teórico-práctico nos animó a elaborar y plasmar nuestro propio pensamiento, primero en diversos artículos publicados en medios especializados y luego en obras de tesis independientes; en este mismo sitio se puede encontrar una selección de unos y otros (para descarga libre gratuita).
Entretanto nos fuimos nutriendo de un importantísimo patrimonio de experiencia a través de unos 3000 casos reales y palpitantes que debimos resolver y defender, desde atropellos simples causantes de fracturas cerradas en huesos largos a verdaderas catástrofes viales con saldo de varios muertos. La culminación llego cuando varias instituciones de salud privadas de primera línea recurrieron a nuestros servicios para recuperar a costa de los victimarios el costo de los insumos gastados en la atención de sus afiliados-victimas de siniestros viales. Tratándose de un área totalmente inexplorada, hubo de hacerse un estudio doctrinario profundo que convenció a los magistrados por su exactitud y justicia a tal punto que hoy constituye la jurisprudencia abrumadoramente mayoritaria, ratificada incluso por fallos de la Suprema Corte de Justicia.